martes, 1 de noviembre de 2011

GALLINA

La gallina pertenece al tipo de aves no voladoras, que son aquellas que tienen el músculo del esternón menos desarrollado, además que no poseen quilla o carena en el esternón, que es el músculo donde se insertan los músculos voladores de las aves.
Las gallinas se dividen en diversas clases, de acuerdo con las notas que tienen en común y su zona geográfica de origen. Las clases más difundidas son las americanas y las mediterráneas, que a su vez se dividen en razas, cada una de las cuales comprende grupos de tamaño y características similares. Por último, las razas se subdividen en variedades. La raza Leghorn, por ejemplo, comprende diversas variedades: la Leghorn blanca, la Leghorn plateada y la Leghorn negra





La gallina doméstica ha sido objeto de una constante evolución, lograda por medio de cruces estudiados cuidadosamente. Estos cruces tienden a obtener las mejores variedades, tanto para la producción cárnica como de huevos. En el año 1940, una gallina ponía, por término medio, unos 100 huevos al año; en 1950 la producción subió a 150 huevos anuales, y en la actualidad llega a poner hasta unos 300.



El método más moderno para criar gallinas consiste en ponerlas en jaulas de alambre dispuestas unas encima de otras. De esta forma, las aves nunca pisan el suelo ni salen al exterior. Las aves que se crían para carne suelen venderse, bien como pollos de uno y medio a tres meses, con un peso de 1 a 1,5 kg, o bien de cuatro a ocho meses, cuando suelen pesar de 1,5 a 2,5 kg.
La mayor parte de los huevos vendidos para el consumo no están fecundados, por lo que no es posible incubarlos ni que de ellos salgan pollitos. Las gallinas del tipo mediterráneo, como son las Leghorn, ponen huevos de color blanco, mientras que los huevos de otros tipos tienen la cáscara de color castaño. Por lo general, el color de la cáscara se vuelve algo más oscuro conforme se acerca el fin del período durante el cual la gallina puede poner huevos; de ahí que los huevos de las pollitas sean más blancos que los de las gallinas de más edad. En lo concerniente a la yema, su color tiene relación con el alimento que el ave ingiere: cuanto más verde el forraje, más oscura la yema.








MALFORMACIONES







Malformación es una alteración de la forma producida por un trastorno del desarrollo. Así, las malformaciones pueden concebirse como el resultado de una reacción patológica propia de las estructuras biológicas en desarrollo. Esto significa que concluido el desarrollo deja de existir la posibilidad de que se produzca una malformación.
No toda alteración congénita es una malformación ni toda malformación es congénita necesariamente. Existen enfermedades que pueden ocurrir antes del nacimiento sin constituir una malformación, como por ejemplo la sífilis y la toxoplasmosis congénitas, que consisten básicamente en lesiones inflamatorias; también pueden ser connatales trastornos circulatorios y lesiones degenerativas y tumorales. En este sentido, la patología prenatal es más amplia que el estudio de las malformaciones congénitas. Por otra parte, es cierto que por lo general, las malformaciones son congénitas, pero esto no constituye una necesidad de orden conceptual, sino que se debe al hecho natural de que el desarrollo de la mayor parte de los órganos termina antes del nacimiento. De hecho existen algunas malformaciones postnatales, como por ejemplo, de los dientes definitivos. La idea de malformación hay que relacionarla con períodos de desarrollo y no con un lapso absoluto de tiempo


Peque A Cirujia Plastica
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Se denomina cirugía (del griego χείρ jeir "mano" y ἔργον érgon "trabajo", de donde χειρουργεία jeirourgéia "trabajo manual") a la práctica que implica manipulación mecánica de las estructuras anatómicas con un fin médico, bien sea diagnóstico, terapéutico o pronóstico.